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La REGENERACIóN de nuestro planeta comienza en cada uno de nosotros
 

Todo en la tierra empieza en una semilla, la semilla de mi vida es dada a luz el 22 de abril de 1995. En una familia católica, tradicional y muy amorosa. Coincidencia o sincronía? nacer el día de la tierra, para el mundo occidental al menos.

 

Llego al mundo y de niña soy una niña salvaje, libre, auténtica, feliz. Empiezo a aprender que el mundo no funciona así. Que hay reglas. Que hay moldes, que mi familia, la sociedad y el sistema quieren que yo sea la niña buena. Así que me convierto en ella, en la mejor niña buena que ha podido existir. Me porto bien, soy juiciosa, callo, soy la mejor estudiante, siempre estoy limpia y ordenada. No respondo, ni cuestiono, pues respeto a mis mayores. 

 

Poco a poco me envuelvo en un caparazón que olvide que yo misma cree. Crezco y elijo estudiar la mejor opción, algo que me diera dinero es lo que siempre me decían. Volví a mi ciudad y encontré el trabajo de mis sueños, al menos del sueño que creía que era mio. Trabajar en una de las mejores empresas de mi ciudad. Mi familia estaba orgullosa de mi. Yo estaba orgullosa de mi.

 

Tiempo después llego la pandemia, y ahí empezaron los cuestionamientos, empecé a cuestionarme quién era, empecé a conocerme. Tuve el privilegio de continuar trabajando remotamente. Ahí descubrí el primer regalo, tener libertad de espacio. Cuando la empresa en la que trabajaba regresaba a las oficinas, ya era tarde, ya no podía renunciar a esa libertad. Mi familia no lo entendía, incluso yo tampoco no lo entendía. Enserio voy a renunciar al trabajo de mis sueños? Voy a renunciar a esta vida que tanto me costo construir.

 

Llego mi primer sacrificio, mi primera muerte. Pero salió la valentía que estaba dormida en mi, renuncie y en 3 semanas me mude a una nueva ciudad para empezar de cero. Medellín, el nuevo capítulo, siguió mi camino de auto conocimiento, le di espacio a mi curiosidad y poco a poco me fui dejando SER. Empecé a meditar, a leer libros espirituales, escuchar podcast, a cuestionar mis creencias y a preguntarme: Quien Soy? Que hago en este mundo? Porque estoy aquí?

 

a partir de ahi, empezó un camino de amor, de amor hacia mi primero, para después llevar ese amor hacia todos los seres vivos. Durante este caminar encontré un nuevo trabajo de mis sueños, uno que me brindaba libertad geográfica, me daba flexibilidad, y me sostenía muy bien económicamente. Otra vez era el sueño hecho realidad. Gracias a ese trabajo, logré mudarme sola, amoblé toda mi casa con cosas bonitas, compre todo lo que pensaba que necesitaba, hasta un carro. 

 

Ahora solo me faltaba encontrar una pareja y casarme. Era la vida perfecta. Lo estaba logrando. Pero algo faltaba, siempre algo faltaba. No me sentía feliz. Lloraba mucho, y solo me refugiaba en el trabajo. Claro era lo único en lo que me sentía realmente buena y valiosa.

 

Empecé a trabajar mucho, hasta tarde todos los días, los fines de semana también trabajaba. Empecé a notar que por mas que intentara ser perfecta y me esforzara lo mas que podia, nunca, NUNCA iba a ser suficiente. Yo nunca iba a ser suficiente.

 

Decidí una vez mas abrazar una nueva muerte, dejar esa vida perfecta, salir de esa zona de comfort y sobretodo renunciar al sueno que el sistema quería para mi. Vendí todo, y con una mochila de 10 kg, empece a viajar por latinoamérica mientras aun trabajaba para conectar con mis raíces, para descubrir quien era, para entender cual era el secreto de la felicidad.

 

En este viaje, aprendi a vivir con poco, aprendi a volver a lo esencial, a disfrutar de los pequeños momentos y a sentirme plena en la naturaleza. Empece a vivir y hace mucho tiempo no me sentía viva. Mi trabajo dejo de hacerme sentido. Usar mi energía para hacer mas ricos a las grandes corporaciones, para entretener a las personas y para alimentar una vida de consumo, ya no me representaba.

 

Es hora de un cambio pensé, tengo que hacer un plan. Ya no quiero elegir esa vida para mi. A principios del 2024 decidí que era hora de renunciar,  que iba a ahorrar para tener un fondo de libertar y que me iba a dar el permiso de explorar y encontrar las respuestas a las preguntas que constantemente me hacia. Como puedo ser un buen humano para la tierra? Como puedo actuar en reciprocidad con todo el amor  que la madre tierra me ha dado? Como puedo vivir en armonía con la tierra? Como puedo servir? Cual es mi rol en este ecosistema?

 

Allí descubrí una palabra clave. Regeneración. Pero que significa regeneración? Que es regeneración para mi? me pregunte. Necesitaba vivirlo, necesitaba experimentar la regeneración, necesitaba aprender de la fuente, de la tierra,  Llego la hora de dejar mi trabajo e iniciar un nuevo viaje, esta vez con libertad total de sumergirme en lo mas esencial de la naturaleza.

 

4 meses estuve viviendo en la selva, usando baños secos, compostando, metiendo mis manos a la tierra, sembrando, cultivando, comiendo natural, despertando con el sol, escuchando los pajaritos cantar, entrando desnuda al rio, caminando sin zapatos, cantando, danzando, disfrutando, fluyendo.

 

En este caminar aprendi de sabiduría ancestral, permacultura, agrofloresta, agricultura regenerativa, plantas medicinales, arte, musica. Recordé como es vivir una vida simple, una vida lenta, una vida en armonía con la tierra. 

 

Estaba experimentando por mi misma una regeneración interior. Estaba regenerando mi propio suelo, mi cuerpo, mi mente, mi espíritu. Recordando como ser un ser vivo. Ahora, ya no necesito una definición para la regeneración, ahora se, ahora siento, ahora soy regeneración, ahora soy la tierra.

ASI nace Soy la Tierra, el fruto de mi árbol para el mundo, un espacio fértIl, de reflexion, de curiosidad, de amor, de reconexión. A través de mi podcast y de talleres online quiero compartir lo que la madre tierra me ha ensenado y descubrir contigo y con otros como es regenerar desde nuestro interior.

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